domingo, 11 de enero de 2009

Alcantarilla y la Casa Torre de Precioso

Diario La Opinión
FULGENCIO SÁNCHEZ Cronista oficial de Alcantarilla
Son pocos los edificios dignos de conservar en Alcantarilla, ya que por diversas circunstancias paulatinamente han ido desapareciendo los que configuraban su patrimonio histórico. Uno de los que todavía se conserva aunque en estado ruinoso es el conocido como Casa de Precioso, de corte modernista, con interesante fachada, torreón y en su tiempo buena rejería. El edificio, que se construyó a principios del pasado siglo XX por José María Precioso (de ahí su nombre), para residencia familiar, tenía aires de mansión señorial y es de características parecidas a la que también tenía la Torre Cajal que fuera lugar de veraneo de Santiago Ramón y Cajal, situada en la pedanía de Cañada Hermosa, en la llamada Peñica de los Pollos, de la que se conserva una mínima estructura. Al desaparecer también la casa de José Pérez Almagro (Mergal) en la Calle Mayor 2ª Fase, y Villa María Luisa, que perteneció primero a la familia Narbona y luego a los hijos de Camilo Caride Lorente, en la Avenida de Murcia junto a una afamada discoteca, ya solo queda en Alcantarilla el inmueble que nos ocupa, y en el paraje de Voz Negra la casa torre de la familia Gallego, también en fase de avanzado deterioro.La Casa Torre de Precioso se encuentra ubicada en el centro de la población, frente a la Estación del ferrocarril Madrid-Cartagena (hoy abandonada) y dando frente a lo que en el futuro será zona verde, una vez suprimida la vía férrea que se piensa sacar del centro del casco urbano mediante una variante por Sangonera la Seca. Se encuentra en la confluencia de las calles Churruca y Guatemala, que una vez unidas pondrán en comunicación la Plaza de Entrevías con el desvío de circunvalación (Avenida del Príncipe). El edificio en cuestión es obra del arquitecto Pedro Cerdán Martínez, autor de famosos edificios en Murcia y en la mayoría de los pueblos y ciudades de nuestra Comunidad Autónoma. La vivienda se construyó como residencia familiar de su propietario, importante industrial alcantarillero que tenía hacia el año 1900 una gran fabrica de maderas junto a la edificación referida, aunque tras diversas vicisitudes, hacia 1950, la adquirió Juan López Ferrer, para residencia familiar, quien por aquellos años tenía una industria mecánica (talleres COMAY), hasta que en 1970 se cerraron dichos talleres y el propietario con su familia se trasladó a vivir a Murcia. A partir de entonces fue ocupada durante unos años por la familia de Ricardo Carpio Perona, quien fue último de sus moradores, hasta 1980 en el que se cerró definitivamente. Desde esa fecha el inmueble quedó en el más absoluto abandono pese a contar con la protección del vigente Plan General de Ordenación Urbana del municipio, como vivienda a proteger. Hace algunos años pasó a ser propiedad municipal, por cesión de la constructora que edificó en los terrenos contiguos. Así las cosas, considero mi obligación dar la voz de alarma rogando a las autoridades municipales que impidan la desaparición por inanición de este histórico edificio, ejemplo de la tan maltrecha escuela arquitectónica modernista murciana, y que sea restaurado a la mayor brevedad posible ya que, pese a no ser excesivamente amplio en sus dimensiones interiores, una vez restaurado podría albergar instalaciones municipales de diversa naturaleza. O el inmueble se restaura de inmediato, o una vez más llegaremos tarde, siendo nuestra generación responsable de la pérdida de una construcción que forma parte muy importante del patrimonio histórico local.

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