El cadáver presentaba varios traumatismos, posiblemente causados con una máquina metálica de fumigar
31.01.10 - 02:06 -
D. LEGUINA MURCIA. / La Verdad
La disputa por unos terrenos fue, en apariencia, la causa de la muerte ayer de José Antonio Gálvez, de 54 años, presuntamente a manos de su primo, Antonio G.G., en el Carril de los Guillamones de la pedanía murciana de Patiño. Todo apunta a el homicidio se produjo en el transcurso de una pelea en la que el agresor golpeó varias veces a Gálvez en la cabeza con una máquina de fumigar.
Según varios vecinos, los enfrentamientos y rencillas entre ambos venían de antiguo, y no era la primera vez que llegaban a las manos. Sus terrenos, ubicados en un antiguo bancal entre casas de huerta y edificios modernos, son colindantes, y hacía años que se encaraban cada vez que uno de los dos no aprobaba cualquier cambio en la frontera entre ambos terruños.
«Era fácil darse cuenta de la hostilidad que había entre ellos: llegaron a tener conflictos por el simple hecho de fumigar y que el insecticida pasara al otro lado», decía un vecino.
Algunos residentes de la zona comentaron asimismo que el fallecido, separado y con una hija adolescente, tenía problemas de alcoholismo, y que era habitual que «se pusiera chulo» con la gente cuando llevaba unas copas de más.
«Hace años que bebía y se ponía violento, y era muy difícil tratar con él en ese estado, pero cuando no estaba borracho era buena gente, una gran persona. El alcohol podía con él», cuenta un vecino.
Hasta el lugar de los hechos se desplazaron varios agentes de la Policía Judicial y Científica, que tras tomar muestras procedieron al levantamiento del cadáver en una zona de densos matorrales y juncos, y próxima a la vivienda familiar, una antigua casa de huerta.
El padre del fallecido, viudo y octogenario, presenció 'in situ' y visiblemente apesadumbrado la actuación policial, rodeado de varias decenas de vecinos que no daban crédito a lo que había ocurrido.
«No se merecía acabar así, era un buen hombre. La vida no siempre le trató bien y fueron varios los problemas que tuvo: la separación, el alcohol... Ahora el drama es para su padre, que está viudo y no tiene más hijos», afirmaba una mujer que reside en la pedanía.
Según otros vecinos, la relación con su progenitor no atravesaba por su mejor momento, ya que el viudo tenía un noviazgo que José Antonio no aprobaba y no dejaba a la mujer que entrara en la casa.
«Era una persona complicada que discutía a menudo con su primo: siempre andaban peleando por temas relacionados con las tierras que poseen en la zona, pero nadie iba a pensar que esto acabaría de esta forma», declaraba otra residente.
Sobre el presunto homicida, que se entregó a la Policía, los vecinos comentan que es una persona que «no se metía con nadie. Sólo tenía riñas con su primo desde hace años». El agresor, de 49 años, se encuentra detenido a la espera de ser llevado ante el juez. Habrá que esperar a la autopsia para conocer las causas exactas de la muerte de su primo.
31.01.10 - 02:06 -
D. LEGUINA MURCIA. / La Verdad
La disputa por unos terrenos fue, en apariencia, la causa de la muerte ayer de José Antonio Gálvez, de 54 años, presuntamente a manos de su primo, Antonio G.G., en el Carril de los Guillamones de la pedanía murciana de Patiño. Todo apunta a el homicidio se produjo en el transcurso de una pelea en la que el agresor golpeó varias veces a Gálvez en la cabeza con una máquina de fumigar.
Según varios vecinos, los enfrentamientos y rencillas entre ambos venían de antiguo, y no era la primera vez que llegaban a las manos. Sus terrenos, ubicados en un antiguo bancal entre casas de huerta y edificios modernos, son colindantes, y hacía años que se encaraban cada vez que uno de los dos no aprobaba cualquier cambio en la frontera entre ambos terruños.
«Era fácil darse cuenta de la hostilidad que había entre ellos: llegaron a tener conflictos por el simple hecho de fumigar y que el insecticida pasara al otro lado», decía un vecino.
Algunos residentes de la zona comentaron asimismo que el fallecido, separado y con una hija adolescente, tenía problemas de alcoholismo, y que era habitual que «se pusiera chulo» con la gente cuando llevaba unas copas de más.
«Hace años que bebía y se ponía violento, y era muy difícil tratar con él en ese estado, pero cuando no estaba borracho era buena gente, una gran persona. El alcohol podía con él», cuenta un vecino.
Hasta el lugar de los hechos se desplazaron varios agentes de la Policía Judicial y Científica, que tras tomar muestras procedieron al levantamiento del cadáver en una zona de densos matorrales y juncos, y próxima a la vivienda familiar, una antigua casa de huerta.
El padre del fallecido, viudo y octogenario, presenció 'in situ' y visiblemente apesadumbrado la actuación policial, rodeado de varias decenas de vecinos que no daban crédito a lo que había ocurrido.
«No se merecía acabar así, era un buen hombre. La vida no siempre le trató bien y fueron varios los problemas que tuvo: la separación, el alcohol... Ahora el drama es para su padre, que está viudo y no tiene más hijos», afirmaba una mujer que reside en la pedanía.
Según otros vecinos, la relación con su progenitor no atravesaba por su mejor momento, ya que el viudo tenía un noviazgo que José Antonio no aprobaba y no dejaba a la mujer que entrara en la casa.
«Era una persona complicada que discutía a menudo con su primo: siempre andaban peleando por temas relacionados con las tierras que poseen en la zona, pero nadie iba a pensar que esto acabaría de esta forma», declaraba otra residente.
Sobre el presunto homicida, que se entregó a la Policía, los vecinos comentan que es una persona que «no se metía con nadie. Sólo tenía riñas con su primo desde hace años». El agresor, de 49 años, se encuentra detenido a la espera de ser llevado ante el juez. Habrá que esperar a la autopsia para conocer las causas exactas de la muerte de su primo.
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