lunes, 29 de marzo de 2010

MURCIA/ Comienzan a talar 500.000 árboles en El Valle para abrir cortafuegos


El plan de defensa contra los incendios prevé clareos en más de 100 kilómetros de pistas y caminos
29.03.10 - 01:13 -
MIGUEL RUBIO MURCIA. / la Verdad
La arboleda de El Valle ha empezado a encoger a golpe de motosierra. Tanto como medio millón de pinos menos, según calcula la Dirección General de Patrimonio Natural y Biodiversidad. La actuación forma parte del plan integral de prevención y defensa contra los incendios forestales puesto en marcha por la Consejería de Agricultura y Agua. Estos 500.000 ejemplares representan un 2,5% de la masa forestal de ese parque natural, el más visitado de la Región y el segundo más extenso. Un 'bocado' a un bosque formado por unos 20 millones de árboles.
Se trata de la actuación de corta de mayor envergadura desarrollada hasta ahora. Las talas, que empezaron este mes de marzo y se prolongarán hasta junio, han provocado alarma y malestar entre vecinos y senderistas. El director general de Patrimonio Natural, Pablo Fernández, defiende la actuación como un mal menor para evitar que el fuego pueda arrasar algún día este pulmón verde de Murcia. Los ecologistas también ponen alguna objeción a los trabajos.
Según el plan de prevención, el parque regional El Valle-Carrascoy (con 17.410 hectáreas repartidas entre Murcia, Alhama y Fuente Álamo) presenta un riesgo «muy alto» de incendios forestales debido a las condiciones climáticas, el tipo de vegetación y las pronunciadas pendientes del terreno. También supone un peligro añadido su proximidad a núcleos habitados, lo que conlleva un mayor trasiego de excursionistas. Este parque regional recibe al año un millón y medio de visitas.
Cuando concluyan todos los trabajos, programados en cuatro fases, el espacio natural quedará dividido en dieciocho sectores mediante la apertura de 43 kilómetros de áreas cortafuegos y otros 60 de fajas auxiliares. De esta forma, «en el peor de los casos, en las condiciones más adversas y si fallaran todos los medios de extinción existentes», sólo se quemaría una de estas áreas, según la documentación facilitada por el Servicio de Ordenación y Gestión de los Recursos Naturales. Las áreas cortafuegos (con un menor impacto paisajístico que los tradicionales cortafuegos, reservados casi exclusivamente para zonas atravesadas por tendidos eléctricos) ocuparán una superficie de 300 hectáreas. Con una anchura de 70 metros cada una, protegerán las zonas «más valiosas» de El Valle. También se levantará una red cortafuego perimetral de casi 16 kilómetros para 'blindar' los núcleos urbanos situados en el límite del parque regional, como La Alberca y Algezares.
En cuanto a las fajas auxiliares, abarcarán 360 hectáreas. Esta actuación consiste en rebajar la densidad de la masa forestal en las márgenes de las pistas que atraviesan el parque, siempre respetando la flora protegida y retirando los árboles «más débiles, torcidos o enfermos». Así se consigue un doble objetivo: dificultar el avance del fuego y facilitar el paso de las brigadas contraincendios; también funcionarían como vías de escape en el caso de que la situación se complicara.
En este sentido, el plan también contempla la mejora de 26 kilómetros de caminos y la apertura de otros seis en la zona de Carrascoy. El trabajo de campo realizado sobre el parque natural ha permitido inventariar los puntos de agua existentes. Además, la Dirección General prevé construir otros cinco depósitos, de 100.000 litros de capacidad cada uno, en El Cerrillar, la sierra del Puerto, el Majal Blanco, Las Navetas y las cercanías del pico de Carrascoy.
Pablo Fernández resalta la importancia de ejecutar este plan integral, que debe estar concluido dentro de dos años, con una inversión de 1,9 millones de euros. El director general de Patrimonio Natural explica que los trabajos ayudarán a prevenir los incendios en este parque natural y permitirán disponer de una mejor infraestructura para hacer frente al fuego. Fernández señala la importancia de garantizar la seguridad de los equipos que tengan que movilizarse para contener las llamas y de proteger a los vecinos que viven en los bordes del parque regional.
Las talas de árboles han desatado las protestas de excursionistas por su impacto en el paisaje. Algunos vecinos relacionan los trabajos con las nuevas urbanizaciones previstas en las inmediaciones del espacio natural. El Valle ya soporta una fuerte presión urbana, que va a más. Sólo en las pedanías que rodean el parque natural viven unas 85.000 personas.
El director general de Patrimonio Natural dice que se mantuvieron reuniones con los vecinos de la zona para explicarles el plan de actuación. Y señala que cuando acaben los trabajos y se retire toda la madera «el parque quedará saneado y eso facilitará que proliferen especies de flora autóctona, lo que contribuye a preservar la biodiversidad de nuestros bosques».
El biólogo Jorge Sánchez Balibrea, de la Asociación de Naturalistas del Surentes (Anse), critica que la masa forestal de El Valle ha sufrido «el abandono durante décadas», por eso hay que realizar ahora esta tala tan «escandalosa». Este experto considera que en algunas zonas del parque natural «se podría haber actuado de otra forma menos traumática, con más detalle». Anse cree que en la actuación de la Consejería «ha faltado pedagogía y comunicación, para no levantar tanta alarma social». Los ecologistas proponen además que se aprovechen los trabajos en El Valle para aumentar la diversidad de la de flora y proponen que se repueble con especies autóctonas, como encinas, palmitos y espino negro, más resistentes a los incendios.
La apertura de cortafuegos es una práctica habitual en los montes de la Región. La Consejería de Agricultura indica que en los últimos dos años se han realizado labores de clareo en 630 kilómetros de pistas forestales. Las principales tareas se han acometido en las comarcas del Noroeste y Río Mula, con una extensión de 380 kilómetros. Las 17 brigadas de retenes forestales realizan labores de mantenimiento durante todo el año.


UN PARAJE ÚNICO
Dónde. El parque regional de El Valle-Carrascoy tiene una extensión de 17.410 hectáreas, en los municipios de Murcia, Fuente Álamo y Alhama. Abarca una sierra prelitorial que sirve de frontera entre la huerta y el campo de Cartagena
Protección. El espacio natural está declarado Lugar de Importancia Comunitaria (una calificación ambiental que otorga la UE) y Zona de Especial Protección para las Aves (Zepa).
Flora. En El Valle domina el pinar; y entre el matorral, el romero, el espino negro y el esparto.
Fauna. En este parque regional es posible ver al búho real, el halcón peregrino y al águila real.

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