lunes, 26 de abril de 2010

CARTAGENA/ Las dos caras de la calle Ramón y Cajal

26.04.10 - 00:22 -
ANTONIO LÓPEZ CARTAGENA/ La Verdad
Denuncian la ocupación de los parterres por los coches, los baches en las aceras y la calzada y la invasión de publicidad en farolas y árboles
Los vecinos del tramo entre Jorge Juan y Cuatro Santos protestan por los desperfectos y la suciedad

Baldosas levantadas, parterres casi inexistentes que sirven de aparcamiento, excrementos de perro, bordillos rotos o asfalto en mal estado es lo que se encuentran a diario los vecinos que pasan por la calle Ramón y Cajal, desde Jorge Juan a la barriada Cuatro Santos. Hasta una docena de desperfectos han contabilizado los residentes de la calle, que dicen estar hartos de recibir un «no» tras otro en del Ayuntamiento cuando piden soluciones.
La calle pertenece a dos barrios diferentes. En dirección a El Corte Inglés, el margen derecho pertenece a San Antón y el izquierdo, a la Asociación de Vecinos Ramón y Cajal. Las asociaciones vecinales han hecho saber a la concejalía de área María Dolores García Nieto la situación, pero hasta el momento aseguran que no han tenido respuesta.
Las críticas comienzan con las deficiencias en la señalización viaria. No hay placas que indiquen en qué calle está el ciudadano y faltan muchas de tráfico, sobre todo en las vías que desembocan en Ramón y Cajal, una de las avenidas más transitadas de Cartagena.
Excrementos de perro
La segunda queja tiene que ver con la suciedad, agudizada por los excrementos de perros que los viandantes tienen que ir esquivando. Otras críticas van para los conductores que, a diario, aparcan sus vehículos sobre la acera, los pasos de peatones y los parterres. En algunos casos, impiden o dificultan mucho el paso de los peatones.
Precisamente el arreglo de parterres y jardineras es la quinta demanda de los vecinos. «Prácticamente no existen, deberían estar adornados con plantas o césped, pero nada», se queja María Dolores Chisvert, vecina de la zona.
A estas quejas hay que añadirles otras como que hay bastantes tapas de alcantarillado hundidas, bordillos rotos y arrancados literalmente de suelo y muchas baldosas levantadas por el empuje de las raíces de los árboles.
Esto último ya ha provocado más de una caída, sobre todo de personas mayores, como recuerda el también residente Juan José Moreno.
Pero el malestar no termina ahí. Hay que añadirle que el asfalto está en mal estado. En algunas zonas de hay incluso pequeños socavones.
Iluminación escasa
Pero lo que más irrita a los vecinos es la oscuridad de en algunos tramos. «La iluminación está fatal. Sales por la noche y entre que hay algunas farolas que no funcionan y que las que funcionan están tapadas por los árboles, no se ve nada», critica María del Carmen Blasco.
Árboles sin podar y con el trono lleno de anuncios grapados o pegados con papel celo, así como postes de farolas invadidos también por la publicidad engrosan la lista negra vecinal en una avenida conocida a nivel popular como la calle 'dieciocho'.
Los presidentes de los colectivos vecinales de San Antón y Ramón y Cajal, José Luis Hernández y Fina Solano respectivamente, piden para el tramo norte de la calle un trato similar al situado entre Jorge Juan y el Paseo Alfonso XIII.
Quieren disfrutar también de jardineras bien cuidadas, aceras despejadas y en perfecto estado, calzadas sin baches y aparcamientos bien delimitados.

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