domingo, 31 de octubre de 2010

CARTAGENA/ Los locales comerciales se revalorizan un 30% gracias a la peatonalización

La mayoría de los establecimientos ocupados en el casco antiguo son franquicias, los únicos que pueden pagar 4.000 euros al mes por 200 metros 

31.10.10 - 01:17 - 

LAS CIFRAS DEL SECTOR

30%

es el porcentaje que se ha revalorizado el precio de los locales comerciales por las obras de peatonalización.

90%

es el porcentaje de locales comerciales ocupados por empresarios franquiciados o grandes firmas.

4.000

euros puede llegar a costar un alquiler de un bajo en las calles más comerciales de casco antiguo de 200 metros cuadrados.

300.000

euros es lo que algunos dueños de bajos comerciales piden por un local de unos 200 metros cuadrados.



Muchos fueron los que se mostraron en contra de la idea de peatonalizar las calles más comerciales del casco antiguo, pero muchos son los que se han beneficiado. Entre ellos los dueños de los bajos comerciales, que han visto como desde que acabaron las obras el valor de sus bajos se ha revalorizado hasta un 30%.
Las inmobiliarias del municipio consultadas por este diario así lo aseguran. «Aunque depende de las características del local y de su ubicación, lo cierto es que su precio ha aumentado. A principios de la crisis el valor de los bajos cayó en picado, pero gracias a la peatonalización ahora han vuelto a subir como la espuma», explicó un trabajador de Alvera Inmobiliaria, ubicada en la plaza del ReyAntonio Vera.
Las calles más caras siguen siendo la Calle Mayor, del Carmen, Puerta de Murcia e incluso Santa Florentina. El precio medio de alquiler en una de ellas oscila entre tres y cuatro mil euros al mes, por un local de 200 metros cuadrados, aproximadamente, según Vera. «En el centro aún quedan locales, pero menos que hace un par de años», añadió. La razón de estos precios está en que la mayoría de los dueños esperan a que llegue una franquicia, «porque con ellos consiguen más dinero».
De esas tres calles, donde más locales quedan vacíos es en Santa Florentina, que de las cuatro es de las más baratas. En el resto, apenas queda una decena de bajos que han sido desocupados como consecuencia de la crisis.
Ropa y complementos
El 90% de los locales que hay en el casco antiguo están ocupados por negocios franquiciados o grandes marcas, sobre todo de ropa, calzado y complementos.
En venta según Antonio Vera, «hay pocos, más que nada porque casi nadie está dispuesto a pagar 300.000 euros por un bajo en el centro de Cartagena».
Por el contrario, en el extrarradio, el precio cambia considerablemente. El alquiler de un local comercial de unos doscientos metros cuadrados puede costar en la Alameda de San Antón unos 1.200 ó 1.500 euros (entre 12 y 15 euros el metro cuadrado). «Es una diferencia que se nota. Calculo que hasta un 50% con respecto al centro, ya que todo los comerciantes quieren establecerse ahí. A las afueras se abren poco negocios y quedan muchos locales comerciales vacíos, porque nadie los pide», señaló Vera.
Una de las gerentes de Inmocentro, Maribel Andreu, ubicada en la calle Salitre coincidió con Antonio Vera en que el precio de los locales ha subido porque «ahora hay mucha más gente que viene al centro por el tema de la peatonalización, por eso los comerciantes y sobre todo las grandes firmas quieren abrir negocios aquí. De ahí que el valor se haya revalorizado bastante, un 30%, más o menos».
Se alquila más que se compra. Eso lo sabe muy bien esta comercial que considera que los precios que se pagan por los bajos comerciales del centro «son disparatados». Aún así, asegura, quedan pocos en el centro e incluso, piensa que llegarán a no quedar ninguno vacío.
Perfil de los inquilinos
En cuanto al perfil de los inquilinos dice que hay de todo. «Llegan franquiciados, grandes marcas, pero también pequeños y medianos comerciante que buscan un local más o menos pequeño para montar su negocio, pero de estos cada vez menos», aseguró Maribel Andreu.
El dueño de la inmobiliaria Alcaraz y Victoria, también en la calle Salitre, Fernando Alcaraz, tiene claro lo que buscan los dueños de los bajos comerciales y es un cliente estable. De nuevo las franquicias ganan la partida a los pequeños y medianos comerciantes, que según este comercial inmobiliario, son los que dan mayor seguridad económica.
En su opinión, el pequeño comerciante se ve obligado, en ocasiones, a buscar un local en los barrios o en los alrededores del casco antiguo que es donde más asequibles están los precios.
Actualmente, según Fernando Alcaraz, aún quedan bajos comerciales vacíos, en su mayoría porque o bien han sido desocupados recientemente, o porque no están bien ubicados, o porque su distribución no es la idónea, o «porque simplemente no se vende nada».

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