jueves, 16 de agosto de 2012

MURCIA/ El comité de empresa cree que la privatización de 7RM es la opción más probable


Los vecinos que tuvieron que pagar 80 céntimos más por el trayecto a pedanías lo califican de «abuso» y «timo» 

16.08.12 - 01:14 - 


«¡Qué barbaridad! , ¡Esto es un abuso!, ¡Subir 80 céntimos de golpe es una bestialidad!». Son algunas de las expresiones que reflejan la indignación generalizada de los primeros viajeros que ayer tuvieron que hacer frente al subidón de tarifas implantado por Latbus de forma unilateral y sin autorización de la Comunidad Autónoma, en las líneas coordinadas que van a pedanías.
La empresa debería pagar un plus a los conductores, ya que a ellos les tocó soportar las malas caras de los usuarios. Solo el hecho de que la medida, decidida exclusivamente por la empresa, se hiciera coincidir con el día festivo en que menos gente hay en la ciudad -15 de agosto, festividad de la Virgen de la Asunción- aminoró las consecuencias entre los vecinos afectados y e indignados.
«¡Lo mejor sería que nos pusiéramos de acuerdo y que no subiera nadie!» exclamó Mariana cuando se enteró del subidón en las tarifas. «¡Es un abuso y lo que va a pasar es que van a tener más pérdidas porque no se va a subir nadie!» añadió.
'La Verdad' realizó el recorrido de la línea 6, que va a La Alberca. Subimos al autobús, vacío, en GranVía y enfilamos hacia Santa María de Gracia. Paco, el conductor, que había iniciado la ruta a las 7.30 de la mañana explica que «hoy no hay casi público porque es 15 de agosto, pero a partir de mañana o a finales de mes... La gente no se esperaba una subida tan fuerte y tan de golpe...»Asegura que no ha tenido más problemas a lo largo de la mañana, más allá del «cabreo de la gente».
Respecto a la expedición de los nuevos billetes, comentó que «no es ningún problema, ya que la máquina expendedora se reprograma con la nueva tarifa».
La primera en subir es una joven, Sara, que se dirige a La Alberca. No estaba al tanto del incremento tarifario, así que cuando el conductor le dice que el billete ya no cuesta 1.35 euros, sino 2.15 euros, no puede por menos que exclamar: «¡qué timo! Si me sale mejor no ir a trabajar!». Reconoce que hay días que lleva encima el importe justo del autobús, aunque ayer tuvo suerte porque «he sacado algo más de dinero por si me iba a tomar algo».
Para Álvaro Díaz, «la subida es un disparate. Vaya forma de querer fomentar el transporte público. Y no solo con subida de tarifas,sino con las líneas que van a quitar...».
A María le habría salido más barato invitar a un caña a dos familiares que habían venido de Sevilla. La broma de bajar y subir desde La Alberca a Murcia le costó 13.90 euros -6.45 la ida y otro tanto la vuelta-. «¡Esto no puede durar, solo podrán mantenerlo un tiempo porque cómo lo van a pagar los críos cuando empiecen el colegio...»
María considera que «están avasallando a la gente. No tenemos para comer y nos hacen pagar más», agrega. Cuenta que en el viaje de bajada a Murcia «ha subida una cría y cuando el conductor le ha dicho que el billete costaba 2.15 euros, se ha asustado y se ha bajado. Ha dicho 'no, no, no me voy...', probablemente porque iba con el dinero justo».
«No puedo recargar el bono»
Johanna, estudiante y camarera, subió al autobús en La Alberca. A ella le tocó volver a casa a coger más dinero suelto cuando vio el cartel en la parada que anuncia la subida de tarifas: «sólo llevaba encima el dinero justo suelto, 1.35 y un billete de 20 euros. Y he pensado que el billete no me lo iban a cambiar y con lo suelto no me llegaba... Esta joven suele quedar con sus amigas para desayunar en Murcia, pero reconoce que con el subidón de tarifas, «a partir de ahora me lo tendré que pensar mejor. Ante tenía el unibono, pero me caducó y ahora me he enterado de que no lo puedo recargar».
Mercedes puso cara de susto cuando subió al autobús y el conductor le dijo que el billete había subido: «¿2.15. ¡Pero qué barbaridad!», exclamó. «Me parece una bestialidad que suban 80 céntimos de golpe. Me he quedado muerta. Es una burrada. No sé qué vamos a comer, si te lo dejas todo en pagar».
El caso de Cristina es más singular. Está cumpliendo una pena de 80 días de trabajo en Servicios Sociales, que realiza en el cementerio de La Alberca. Pero ayer, al enterarse de que el billete de autobús vale 2.15 euros, manifestó que le parece «¡una barbaridad. Voy a tener que dejar de venir y voy a ir a la cárcel, pero yo no puedo pagar 5 euros todos los días. Multiplica por 80 días ....»
Fueron solo algunas de las anécdotas de la jornada. Como la de Laura, estudiante, que conocedora de que los bonos no se podían recargar desde ayer, rellenó el suyo el martes. Aunque solo le valdrá para los próximos 10 viajes...
El presidente del comité de empresa, Miguel Cano, indicó que «sé por los compañeros que se ha quejado todo el mundo, y que ha habido quien ha pedido el libro de reclamaciones. No tenemos constancia de que los inspectores de Trabajo hayan intervenido hoy para levantar acta de la aplicación de las nuevas tarifas, pero suponemos que lo harán a partir de mañana (por hoy), que ya es día laborable.
A Miguel Cano también le parece «una barbaridad» la subida de tarifas y la eliminación de bonos porque «al final lo que va a pasar es que los que iban a trabajar en autobús, se pongan de acuerdo con dos o tres compañeros y vayan en coche». En su opinión, es un pulso que le ha echado la empresa a la Administración para que pague, «pero el problema es que la Comunidad no tiene dinero».
Por su parte, la Asociación Consumur considera que «existe una 'guerra abierta' entre Latbus y las administraciones locales (Murcia y Alcantarilla) y la Administración regional, por impago de éstas de las subvenciones de años anteriores que suponen un gravamen para el normal funcionamiento de la empresa». En un comunicado, considera «inaceptable» que la empresa concesionaria «tome como rehenes a los usuarios del transporte público para negociar sus legítimos derechos».

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